Este viernes, por fin, pude volver a Honbu Dojo después del verano. Durante la clase ejercicios preparatorios y Kitae a cargo de Mª Ángeles como Senpai, y en la segunda parte Sanchin, Kata y Jiyu Kumite dirigidos por Kuno Shihan. Debo decir que disfruté enormemente de la clase y especialmente de la práctica de Kumite, donde tuve la ocasión de ejercitarme con Masato y Paquita, cuyo espíritu y entrega son siempre de agradecer, un ejemplo que deberían seguir las nuevas generaciones.
Así, finalizada la etapa de “pretemporada” en el parque, y ya de vuelta tras la primera visita a Honbu Dojo después del verano, iniciaremos hoy las clases con la uniformidad debida en el Shibu Dojo de Valencia.
He meditado mucho este verano y ahora, que hace escasos días dimos la bienvenida al otoño, es el momento de poner en práctica las ideas.
De este modo, me gustaría hacer uso del Blog como llamamiento importante a los alumnos: los ejercicios técnicos, las “proezas” físicas en los entrenamientos, o la memorización de los contenidos exigidos para rendir examen, no son más que esculturas de hielo si se carece de la actitud correcta.
Las horas de entrenamiento controlado se desvanecen en un segundo si no hemos desarrollado también nuestro espíritu. No debemos olvidarnos nunca de que somos nosotros quienes escribimos nuestra propia historia, y como representantes de un colectivo hemos de tener cuidado con los actos y palabras que salen de nuestra pluma.
Elegimos practicar Uechi-ryu, y debemos saber bien lo que esto significa. Somos la imagen de nuestro estilo y línea, y cargamos voluntariamente con una responsabilidad importantísima, no podemos olvidarlo.
Respetando a los ancianos, hacemos que nos respeten los niños, me decía un amigo de nuestro Dojo en referencia a las costumbres de su país. Teniendo una actitud correcta, no importa el resultado físico. Numancia no fue recordada por su victoria. Un espíritu fuerte y bien enfocado, lo demás vendrá solo.
Nos vemos en el Dojo.
