miércoles, 5 de enero de 2011

El saludable Kitae

Si hay un aspecto controvertido en la práctica actual del Uechi-ryu, seguramente éste es el Kitae. No son pocos los practicantes de otros estilos que lo consideran innecesario, peligroso y dañino. En este aspecto, bien podríamos relacionarlo con la controversia existente, en no pocas conversaciones, respecto al Makiwara.

Aunque reconozco que si realmente fuera contraproducente a mí (y para mí) me importaría bien poco, pues elegí el Uechi-ryu en su día por la efectividad y contundencia de su entrenamiento, y no como ejercicio terapéutico (aunque esto llegó parejo), he de decir que no comparto la opinión negativa de esta práctica, a mí el Kitae me parece otra “milagrosa medicina” de nuestra escuela, del mismo modo que me lo parece Sanchin.

Aún así, es necesario decir que, como en cualquier ejercicio, la práctica correcta y escalonada es fundamental. Valga como ejemplo que caminar es saludable, pero siempre que se haga de forma progresiva y proporcional a nuestra condición física.

Personalmente creo que la buena salud es cuestión de Qi. La Medicina China extremadamente resumida no es otra cosa que movilizar el Qi, y si hay una forma inequívoca de hacerlo es moviendo la sangre y fomentando su circulación.

Para ello, la Medicina China se vale de diferentes herramientas terapéuticas, con el único fin de ejercer un estímulo, ya sea mediante agujas, ventosas, digitopresión o cualquiera de las más variopintas técnicas existentes, entre ellas el Qigong.

Respecto a esta última forma, en los ejercicios para mover y ejercitar el Qi, nos encontramos con una práctica que puede estar directamente relacionada con maniobras del masaje Tuina como las Pa Fa o las Da Fa, maniobras de golpeo y percusión, y que popularmente se practica y conoce como Pai Da Gong. En estos ejercicios, el practicante utiliza diferentes golpeos que recorren amplias zonas relacionadas con órganos internos y/o con el trayecto de meridianos y colaterales, para estimular el movimiento de la sangre (Xüe), el Qi, y los líquidos orgánicos (Jinye).

Así, el practicante genera un estímulo en el cuerpo que puede poner en marcha diferentes mecanismos, con la tendencia natural de mover sangre y Qi a la zona que “ha sido dañada”. Además, lo que en un principio ha requerido de una ayuda o estímulo para este movimiento energético, más tarde podrá realizarse sin necesidad del mismo, en relación a esto último hay una máxima que dice: “donde está la mente está el Qi”.

Para los ejercicios de golpeo, es importante saber que el cuerpo no funciona como un mapa con las ciudades marcadas sobre él, o como un cuadro de mandos con los diferentes botones bien localizados para ser apretados a placer, sino más bien como una intrincada y densa tela de araña que llega a cada rincón del organismo, con todos sus canales interconectados, y que un estímulo en cualquiera de sus partes repercute en todo el organismo.

Por consiguiente, y bajo mi punto de vista, Kitae no debe entenderse como una masoquista forma de autolesionarse, y sí como un ejercicio de estimulación y concentración del Qi para la forja de un cuerpo resistente y saludable.