viernes, 22 de enero de 2010

Subiendo la cuesta

Durante esta semana, la afluencia a las clases ha continuado en la misma tónica que el resto del mes. Es enero y parece que la cuesta ha llegado a todos los ámbitos.

Aún así, el ritmo de las clases no cesa, y he cumplido los objetivos que tenía previstos. El hecho de haber pocos alumnos en el Dojo ha permitido dedicar más tiempo a las correcciones de forma individualizada, y he dedicado las mismas a pulir el Hojo Undou, Sanchin, y Kata dependiendo del nivel de cada alumno, junto con Kyu Kumite y Bunkai.

Respecto a la preparación física, tal y como anunciaba en una entrada anterior, voy tratando de hacerla más específica teniendo en cuenta las necesidades del estilo, y todos los ejercicios, muchos de ellos con la ayuda de un compañero, se destinan a ir formando el “cuerpo Uechi”.

Por otro lado, también en la parte de la sesión dedicada al acondicionamiento corporal, hemos trabajado como parte del Kigu Hojo Undou con el Makiage Kigu, además de los habituales lastres, pues era mi deseo ir incrementando el poder del agarre indispensable en nuestro estilo.

Sin duda, los alumnos han podido sentir los efectos de este utensilio tradicional casi al instante, y tendrán tiempo en adelante para cogerle el debido “cariño”.

Por mi parte, y haciendo una valoración general de la semana, estoy muy satisfecho, ya que he podido organizar todas las jornadas para cumplir estrictamente con el entrenamiento que me había planificado.

Circuitos multiejercicios, Kigu Hojo Undou, flexibilidad, y ejercicios de carrera en cuestas y escaleras, organizados según el día de la semana; con Sanchin, Makiwara, y entrenamiento especial de Kata cada día, han formado parte de mi entrenamiento individual, además de lo desarrollado durante las clases.

Hoy, mientras me ejercitaba en las escaleras del parque, no había nadie transitando el lugar. Más tarde, practicando en el Dojo, vacío totalmente. Realmente, estoy seguro de que el Karate es algo muy personal e íntimo, y que es más fácil practicarlo tal y como se siente que transmitir eso mismo a los demás. Necesito muy poco para sentirme bien, algo de tiempo y un pequeño espacio donde practicar.