Estos últimos días el correo electrónico del Dojo ha estado gratamente activo. Además de los correos recibidos de amigos “del mundillo”, y de algunos alumnos de nuestra escuela que se encuentran viajando por el extranjero, esta semana ha sido enriquecedora en lo personal por la visita que hemos recibido de Emilio, practicante alemán de Shotokan, que nos conoció gracias a Internet, y que nos ha visitado muy cortésmente compartiendo entrenamientos y sudor.
Entre la gente que se ha acordado de nosotros se encuentra también Martin W., que esta vez me enviaba información y un enlace a su página web, con un invento que seguro hará más fácil los viajes y eventos para los practicantes que, como yo, gustan de involucrar a toda la familia en el camino. Toda ayuda es poca cuando se trata de dar a conocer algo nuevo y, tal y como le prometí, aquí tenéis su enlace: www.obi-baby-carrier.com , no dejéis de visitarlo y darle publicidad.
En lo referente al entrenamiento, atrás quedan las subidas y bajadas de escaleras en el parque, como parte del entrenamiento en carrera con el fin de retomar la forma después del verano.
Entrados en el mes de octubre, empezamos a dedicar más tiempo al Kitae y otros ejercicios de acondicionamiento típicos de nuestro estilo. El fin es conseguir un verdadero “cuerpo Uechi”, y estos días se empieza a percibir algún cambio en el trabajo de los alumnos.
Por otra parte, la práctica diaria de Sanchin lo ha convertido en algo común, familiar, y sin lo que no se concebiría ningún entrenamiento, lo que está llevando a poder pulir más detalles importantes en su ejecución, y que sin duda permitirá avanzar en otras materias.
Esta semana, dedicamos toda la sesión del lunes, hora y media aproximadamente, al trabajo de acondicionamiento, tonificación corporal, y al Kitae especialmente; sin olvidar la práctica de Sanchin y un breve repaso del Hojo Undou.
El miércoles, en cambio, el trabajo físico y de Kitae fue más reducido e invertimos más tiempo en la práctica de las defensas características del estilo, con compañero y de forma estática, para más tarde trabajar diferentes aplicaciones con Ate y Nage Waza. Además, Sanchin y Tanren Gata adaptados al nivel de cada alumno.
Nuestro Dojo no lleva todavía un año activo y está lejos de convertirse en un “gimnasio” de masas, pero creo que estamos construyendo sobre unos sólidos cimientos. Me decía Emilio, antes de despedirse, que ha quedado muy satisfecho y sorprendido por lo realista de nuestro estilo y la dureza de nuestros entrenamientos. Y yo, por supuesto, feliz de su visita, su sacrificio, y sus palabras.
Como reza el lema que coloqué el primer día en la puerta de entrada: “Aquí, se habla poco y se entrena duro”, de momento, y a pesar de mi visión, tal vez un tanto especial, no está dando mal resultado.
Sigamos entrenando duro y que sean otros los que hablen. Por hoy, ya hemos dicho suficiente.
Entre la gente que se ha acordado de nosotros se encuentra también Martin W., que esta vez me enviaba información y un enlace a su página web, con un invento que seguro hará más fácil los viajes y eventos para los practicantes que, como yo, gustan de involucrar a toda la familia en el camino. Toda ayuda es poca cuando se trata de dar a conocer algo nuevo y, tal y como le prometí, aquí tenéis su enlace: www.obi-baby-carrier.com , no dejéis de visitarlo y darle publicidad.
En lo referente al entrenamiento, atrás quedan las subidas y bajadas de escaleras en el parque, como parte del entrenamiento en carrera con el fin de retomar la forma después del verano.
Entrados en el mes de octubre, empezamos a dedicar más tiempo al Kitae y otros ejercicios de acondicionamiento típicos de nuestro estilo. El fin es conseguir un verdadero “cuerpo Uechi”, y estos días se empieza a percibir algún cambio en el trabajo de los alumnos.
Por otra parte, la práctica diaria de Sanchin lo ha convertido en algo común, familiar, y sin lo que no se concebiría ningún entrenamiento, lo que está llevando a poder pulir más detalles importantes en su ejecución, y que sin duda permitirá avanzar en otras materias.
Esta semana, dedicamos toda la sesión del lunes, hora y media aproximadamente, al trabajo de acondicionamiento, tonificación corporal, y al Kitae especialmente; sin olvidar la práctica de Sanchin y un breve repaso del Hojo Undou.
El miércoles, en cambio, el trabajo físico y de Kitae fue más reducido e invertimos más tiempo en la práctica de las defensas características del estilo, con compañero y de forma estática, para más tarde trabajar diferentes aplicaciones con Ate y Nage Waza. Además, Sanchin y Tanren Gata adaptados al nivel de cada alumno.
Nuestro Dojo no lleva todavía un año activo y está lejos de convertirse en un “gimnasio” de masas, pero creo que estamos construyendo sobre unos sólidos cimientos. Me decía Emilio, antes de despedirse, que ha quedado muy satisfecho y sorprendido por lo realista de nuestro estilo y la dureza de nuestros entrenamientos. Y yo, por supuesto, feliz de su visita, su sacrificio, y sus palabras.
Como reza el lema que coloqué el primer día en la puerta de entrada: “Aquí, se habla poco y se entrena duro”, de momento, y a pesar de mi visión, tal vez un tanto especial, no está dando mal resultado.
Sigamos entrenando duro y que sean otros los que hablen. Por hoy, ya hemos dicho suficiente.