viernes, 31 de julio de 2009

Una Grulla en Mallorca


Hace apenas cinco horas que he regresado de Mallorca. Tras consultar el correo, y echarle un pequeño vistazo a los seguidores del Blog, me alegra ver que parece ir en buena dirección.

Ahora, como siempre, ordeno en mi cabeza las diferentes experiencias vividas, y trato de archivar toda la información que uno atesora después de cada viaje.

Baleares es uno de mis destinos favoritos desde hace años, y cada vez que puedo hago una escapada rápida. Las últimas habían sido a Ibiza y esta vez, después de aproximadamente nueve años, había decidido volver a Mallorca.

He podido disfrutar de la exquisita gastronomía de la isla, del clima, de su buena energía para la práctica de Sanchin, de sus aguas, de su gente, y de un entorno propicio para compartir con la familia, para el descanso, el entrenamiento relajado y la lectura.

Además, el martes, aproveché mi estancia en la isla, aunque me encontraba a casi una hora de camino, para visitar el municipio de Alaró. Dicho así puede parecer una simple excursión de un turista cualquiera, si no fuera porque es aquí donde reside el magnífico exponente y practicante del estilo de la Grulla Blanca, del pueblo de Yong Chun, Martin Watts ( http://www.fujianbaihe.com/fujianbaihe/index.html ).

Hacía tiempo que quería regresar a Mallorca, aprovechar para visitar a Martin y poder hablar de artes marciales con él en persona, pues el correo, aunque útil cuando se está separado por la distancia, acaba teniendo ciertas carencias entre practicantes.

De hecho, si he tenido una buena idea estas vacaciones ha sido esta. Lo que tenía pensado como una visita breve, y por el tiempo que ocupa un buen café, se convirtió en un maravilloso día de piscina y barbacoa, en el cual el estilo de la familia Uechi y el de la Grulla Blanca de Yong Chun tuvieron un lugar privilegiado.

Pude tener en mis manos el descatalogado libro de George Mattson, que llegó a manos de Martin de un modo curioso, disfrutar de la amabilidad, simpatía y hospitalidad de su fantástica familia, y conocer a Yoko, a la que desde aquí le reitero que Nagoya existe y que invito a la gente a visitarla y no pasar de largo con el Shinkansen, que es una excelente practicante y encantadora persona, y que tuvo a bien mostrarme algunas formas de Grulla Blanca.

Como fin decir que estoy agradecidísimo a Martin, que no dudó en explicarme diferentes aspectos característicos de su estilo, compartir su trabajo básico de acondicionamiento mientras asaba unas longanizas, y “regalarme” alguno de sus “puño de amigo”, ... por cierto no recomendaría a nadie probar los de “enemigo”.

Tenemos pendiente un Tui Shou, pero esa será otra historia. De momento espero que algún día podamos volver a “tocar” juntos amigo.