Inicio esta nueva aventura, la creación y administración de este Blog, cuando se cumple algo más de medio año de práctica en el primer Dojo oficial de Uechi-ryu en Valencia.
El Uechi-ryu Dojo Valencia tiene su sede en el Club Deportivo Valenciano de Kung Fu Wushu, escuela tradicional donde las haya, humilde y sin pretensiones, pero que conserva el sabor y la mágica energía que envuelve a los lugares donde el sudor, la superación y el sacrifico se anteponen a las apariencias, la ostentación y demás aspectos superficiales e innecesarios en la búsqueda del crecimiento personal.
Nuestro Shibu Dojo se encuentra ubicado en el Barrio de Benicalap, en Valencia, muy cerca del parque del mismo nombre que ha servido de testigo excepcional de numerosos entrenamientos al aire libre, y está autorizado y supervisado por Yasushi Kuno Shihan, 8º Dan Kyoshi, y Presidente de la Asociación Uechi-ryu Shubukai Internacional ( http://www.traditionaluechi-ryu.com/ ). Además, nuestro Dojo está aderido a Shubukai, organización que fue creada en 1933 por el mismo Kanbun Uechi Shihan.
Desde este sitio pretendo dar a conocer mi visión personal del Uechi-ryu y todo lo que lo rodea, nuestro día a día, nuestros proyectos y camino, y en definitiva todo aquello en lo que pienso al despertarme y que continúa en mi cabeza antes de ir a dormir, durante todos los días del año.
Espero contribuir, con mi pequeño grano de arena, a la difusión del estilo de la dualidad, de la fuerza escondida en la suavidad, de la lucha con uno mismo, de lo que está oculto en la forma, de las manos que se mueven como el ojo no puede ver, de la búsqueda de la naturalidad, de aquel que parece un dragón, ..., en definitiva, del apasionante estilo de la familia Uechi.
Para finalizar esta primera introducción me gustaría dejar, dedicado a todos los miembros de la familia del Uechi-ryu de Valencia, el poema que el barcelonés Américo J. Carles dedicaba a su hijo Xavier en su libro “Ya están viniendo”: jovencísimos guerreros...
En este tiempo líquido de torres enrocadas venís a debatiros./ Llegáis a un viejo mundo repletos de esperanza, jovencísimos guerreros/ con un legado oscuro de conflictos, de dudosas victorias y conceptos/ que reclaman regresarse atrapando vuestro empuje y ser esclarecidos.
Deberéis arriesgaros duramente, crear religiones, mitos, ideas.../Preservar los sentimientos del estruendo ensordecedor de nuestras máquinas./ Tendréis que plantar cara a enfermedades físicas, mentales, y a la pátina/ que los miedos van labrando alrededor del corazón. Detrás de las banderas/ volveréis a cometer nuestros mismos errores, a caer en nuestras trampas. /Nuestras guerras, nuestros muertos, nuestras glorias, nuestros cantos no os habrán servido. /Nuevamente tendréis que luchar, encontrarle otra vez a la vida un sentido./ Volver a elaboraros teorías, a dibujaros Nortes en los mapas.
Aprended de los Maestros: escuchadles, pero no os encadenéis a ellos/ porque entonces los matáis, matáis sus enseñanzas y os matáis vosotros mismos./ Pensad en libertad y os iréis haciendo libres. Cuando nazcan vuestros hijos/ sabréis que del amor brotan semillas que arraigan en la bruma de lo incierto.
Siempre ha sido así y así siempre será. El largo camino de la experiencia/ rebosa de dudas y certezas. Sin embargo el mundo es vuestro: descubridlo, / conscientes, sobre todo, de que el Hombre aún no está del todo construido/ (después de tantos, tantos siglos, aún es mucho lo que devora la bestia).
Y así un día vendrá que al recorrer con risa y duelo la ruta que os es propia/ comprenderéis que los caminos del camino son trechos de la misma senda/ que otras gentes recorrieron , hilvanando angustias y alegrías./ Y aunque apenas, como nosotros, habréis dado un paso en el deber de hacer avanzar la Historia,/ al dar forma a vuestro sueño haréis crecer al mundo y todo cuanto en él existe./ Os iréis haciendo viejos. Veréis que llegan otras mujeres y otros hombres/ que derriban vuestros mitos, que elaboran sus propias ideas, religiones.../ Que en su propio tiempo líquido de torres enrocadas van a debatirse.
Aceptarlo como nosotros lo aceptamos: es ley de vida. Es lo debido./ Y veréis que a pesar de los pesares ha acabado triunfando vuestro empeño/ de avanzar hacia la luz, que vuestro viaje os hizo sabios, cuando ya muertos,/ vengáis a llenar un hueco en esta segunda memoria que engendra el olvido.
Seguiremos viéndonos por el camino. Un saludo.
José Patricio Andreu.
4º Dan Federación Española de Karate.