martes, 15 de junio de 2010

Seminario con Kuno Shihan 12/13-06-2010. Crónica.

Necesitaba un fin de semana de Uechi-ryu intenso, y el pasado no defraudó lo más mínimo. Se puede decir que cada oportunidad como esta tiene en mí el efecto de la mejor medicina.

Había decidido salir el sábado algo antes que los alumnos, pues sabía que Martin estaría en Madrid visitando viejos amigos y aprovechando la oportunidad que congregaba a más de una centena de Karateka de diferentes partes del mundo, en un evento que la casualidad había querido coincidiera con el seminario de Kuno Shihan.

Algo apurado por las lluvias, conseguí llegar para comer con Martin y su amigo y practicante Ake, y a pesar de lo breve del encuentro se convirtió en otra oportunidad única para hablar de artes marciales, que culminó incluso con una excelente demostración, en un parque cercano, de la forma Tensho que practica Ake, algo predecible por otra parte tratándose de Martin.

El tiempo apremiaba y no pude compartirlo tanto como me hubiera gustado, así que tendré que esperar una visita, a la que como les dije están invitados, o que los movimientos cíclicos me lleven de nuevo a Mallorca, para que Martin pueda golpear mi pecho tantas veces como desee o “llevarlo a casa si lo encuentro tirado en un charco”.


Por la tarde, y ya en El Álamo, daría inicio el seminario con Kuno Shihan organizado por José Cifuentes, instructor de los Shibu Dojo de Madrid, donde se dedicó la práctica totalidad de la sesión a los pequeños pero importantísimos detalles del Kata Kanshiwa.

El Maestro Kuno explicó las características de cada movimiento, así como el traslado y la utilización de los ejes, de un modo excepcionalmente gráfico, lo que llevó a que las dos horas de práctica parecieran en los participantes tan solo unos minutos. En palabras de Fernando, y que hago mías, aún si no hubiéramos practicado nada más en todo el curso habría valido la pena sobradamente, y nos hubiéramos dado por más que satisfechos.

A mi juicio, es cuando se conocen estos detalles cuando el Kata adquiere verdadera vida, un sabor que lo separa de las ejecuciones aprendidas solo a partir de la copia de una serie de movimientos, sin tener en cuenta aquello que se esconde en la forma, reflejo de una auténtica transmisión.

Por la noche, “Cifu” tenía todo preparado para compartir una agradable cena, donde ni la interrupción inesperada del monologuista distrajo la atención del tema principal en las conversaciones, nuestro Karate y todo lo que lo rodea.

Así, pasada la media noche, pudimos despedirnos hasta el día siguiente, donde alumnos de Madrid hicieron gala de una gran cortesía y se prestaron a recogernos en el Hotel para acompañarnos hasta el lugar de práctica. Detalles como éste, y muchos otros, hicieron que nuestra expedición se sintiera como en casa y mostraron la calidad humana de este grupo, que se comportó como perfectos anfitriones.

La sesión del domingo se dedicó especialmente a los planteamientos técnicos y estratégicos del Kumite en Uechi-ryu.

En todas las técnicas, y del mismo modo que se mostró el día anterior en Kanshiwa, el Maestro desglosó los movimientos o partes del cuerpo que sirven de activación para las ejecuciones, continuando con el trabajo de los ejes corporales, pero esta vez ya aplicados al combate.

Además del trabajo de ejes descrito, perlas como la distancia correcta y los pasos de activación, la defensa y ataque simultáneo, la utilización de la caída del cuerpo y el puño descendente, el ángulo, distancia y área del golpeo en Keri Waza, técnicas de anticipación características, o nuestro peculiar Uchi Mata.

Un arsenal técnico que no se desvía lo más mínimo de los principios fundamentales del estilo, y para el cual es cierto eso de que “el mejor en Kata debería ser el mejor en Kumite”, siempre y cuando Kata y Kumite sean practicados correctamente.

El seminario llegó a su fin, y casi entrada la noche llegábamos a Valencia, donde ahora el reto consistirá ahora en no olvidar lo aprendido y mantener las sensaciones en nuestro entrenamiento diario.