sábado, 29 de mayo de 2010

Entrenamiento benéfico 29-05-10. Conclusiones.


Hoy se ha llevado a cabo en el Shibu Dojo el entrenamiento benéfico en apoyo a la causa de la niña Laura Fernández Berrocal.

Como en todos los entrenamientos especiales he aprovechado para trabajar los aspectos de la práctica menos comunes en las clases regulares. Esto es debido a que considero fundamental trabajar las formas básicas, y de un modo estandarizado, en los entrenamientos en grupo, y prefiero dejar ciertas pinceladas, para la evolución individual, viendo el caso concreto en los entrenamientos libres o, como hoy, en estas ocasiones especiales.

Por este motivo, me alegra comprobar que, en cada ocasión que se presenta, y sea la excusa que sea, hay alumnos con los que siempre puedo contar. Además hay otros casos, como el de Mar que, pese a sufrir una grave lesión, ha mostrado su apoyo a la iniciativa, y no solo ha realizado el ingreso pese a no poder participar en el entrenamiento, sino que además ha hecho el esfuerzo de visitarnos durante la práctica y nos ha acompañado después, cuando antes de despedirnos hasta el lunes hemos aprovechado para tomar algo.

Hechos como los de hoy marcan sustancialmente la diferencia. Factores como los grados, conocimientos, años de práctica o antigüedad en el Dojo, significarían poco si la autoridad hacia los más antiguos fuese impuesta. Me alegra rodearme de Sempai que sean capaces de mantener una autoridad y reconocimiento moral. Para eso, pequeños detalles, y la participación e implicación en las actividades de la escuela, permiten que el Uechi-ryu en Valencia siga siendo una realidad. El ejemplo es lo que debe guiar a las futuras generaciones. Por ello, hay un principio que me impongo obligatoriamente, que guía mi forma de impartir la enseñanza, y que se resume en la frase “yo el doble”. Espero siempre que mi ejemplo hacia los Sempai, sea su ejemplo hacia los grados inferiores.

Como fin, mencionar también lo agradable que ha sido contar con la presencia de Fermín, uno de los instructores del grupo de Hung Gar, que nos ha acompañado durante el entrenamiento con dos jovencísimos alumnos, y que ha tenido la amabilidad de ceder la sala en el horario que generalmente él usa para sus entrenamientos.

Confío en haber aportado hoy dos pequeños granitos de arena, uno en la ilusión de una familia realmente necesitada, y otro en la consolidación de nuestro estilo en la capital valenciana


En la imagen: dibujo del libro El Principito (Le Petit Prince), de Antoine de Saint-Exupéri.