lunes, 10 de agosto de 2009

Okinawa en el corazón

Este mes se cumplen dos años de nuestra estancia en Japón, con motivo del Gassyuku 2007 organizado por Yasushi Kuno Shihan.

Ahora, y cuando nos encontramos planeando y preparando el próximo viaje para el 2010, he pensado que sería un buen momento para dedicar una entrada al artículo que escribí en su día, y que la tristemente desaparecida revista "El Budoka" publicó en su número 376.

Pese a que suele decirse que "cualquier tiempo pasado fue mejor", tengo la certeza de que hoy podría mejorar y ampliar lo que escribí. Aún así, prefiero no retocar nada del texto original y adjuntarlo tal cual, para que todos aquellos que no pudieron leerlo en su día, o simplemente si quieren recordarlo, puedan hacerlo sin añadidos.

No obstante, he pensado adjuntar alguna otra foto de mi colección personal ya que, ahora sí, existe espacio suficiente en el medio empleado para hacerlo.

El artículo, que estaba basado en el dirario que se escribía durante el viaje, es el siguiente:


GASSYUKU 2007. DIARIO DE UN KARATEKA.


"Entre los múltiples lugares de Japón visitados por la expedición de la Asociación Uechi-ryu Shubukai Internacional y que estuvo dirigida por el Maestro Yasushi Kuno, 8º Dan Kyoshi de Uechi-ryu Okinawa, guardo especiales recuerdos del que fue y todavía ejerce de cuna del Karate.

Okinawa es una de las Nansei-shoto, o “islas del sudoeste”, encontrándose en la mitad sur de los más de 1000 Km. de islas que se extienden, como un paraíso natural, desde el sur de Kyushu hasta aproximadamente unos 110 Km. de Taiwán.

Okinawa, martes 31 de julio de 2007, Soke Dojo de Futenma.


Pese a la ocupación americana, y a las atrocidades sufridas en la 2ª Guerra Mundial por el pueblo okinawense, sus gentes aún conservan un carácter amable y jovial que nos llama la atención nada más bajar del avión.

Ya en el autobús, el recorrido nos ofrece a la vista el Pabellón de Artes Marciales, algún Dojo, la zona donde vivió el famoso Chatan Yara, el puerto de Tomari y cientos de imágenes que tratamos de ordenar y archivar.


Por la tarde, y tras haber descansado en el hotel, cogemos un taxi de camino al Soke Dojo. Por el camino mil imágenes otra vez en mi mente, horas y horas de lectura, de imaginación, de búsqueda, innumerables sueños quijotescos que durante años he tenido. Ahora estoy de verdad dentro de mis libros, formo parte de mis desordenados apuntes.

Tras llegar al Dojo y ser recibidos por el Maestro Kan-mei Uechi, 10º Dan de Uechi-Ryu de Okinawa y Soke del estilo, no puedo evitar imaginar como habrá sido su vida, su trato en familia, su entrenamiento.

Impresiona el aspecto espartano del Dojo, transmite entrenamientos reales, de Karate efectivo, imagino como se ha debido entrenar en él y de nuevo mi mente vagabundea. Éste es uno de esos momentos en los que lamento no saber japonés por la multitud de libros y documentos que el Dojo acumula.





Después de la experiencia y las fotos del grupo, vuelta al hotel y baño nocturno en las paradisíacas playas del Pacífico. Pese a lo mágico del momento, uno no puede dejar de pensar en el Dojo visitado y lo que el Maestro Kuno nos tendrá preparado para mañana.

Okinawa, 1 de agosto de 2007, Centro Internacional de Formación de Karate-do y Kobudo Tradicional de Okinawa en Murasaki Mura.



El segundo día en Okinawa nos iba a deparar otras sorpresas. Habíamos imaginado en incontadas ocasiones el lugar donde entrenaríamos hoy, pero este lugar sobrepasaría con creces en encanto, belleza y pureza a cualquier idea que pudiéramos habernos hecho.

Después de un increíble desayuno en el hotel, y de un corto trayecto, llegaríamos al Centro Internacional de Formación de Karate-do y Kobudo Tradicional de Okinawa en Murasaki Mura.

El Centro sorprende al conservar la arquitectura típica okinawense, Kume-mura del siglo XIV. Rodeados por un muro de piedra hay tres construcciones de madera: un barracón rústico que hace de vestuarios, la oficina y, como no, en el lugar Central el Dojo, impecablemente mantenido, completamente de madera, con utensilios tradicionales para la práctica y al que se accede por un patio en el que, entre otros encantos, se conservan varios makiwara.

Nos recibe, en funciones de responsable del Dojo, el Maestro Satoshi Uechi, 6º Dan de Uechi-ryu de Okinawa, y tras el intercambio de saludos con el Maestro Kuno nos preparamos para iniciar la práctica.

El Maestro Kuno dirige el entrenamiento que parece especialmente duro, el calor y la extremada humedad de la isla hace que algún miembro del grupo se encuentre a punto de desfallecer. No obstante, todos aguantamos estoicamente viendo recompensado el sufrimiento con una nueva sorpresa, entrega de grados en este Dojo idílico y en la cuna del Karate, difícilmente la experiencia podría ser olvidada.





Finalizado el entrenamiento y sin posibilidad de ducha, aquí los entrenamientos son así, nos remojamos en una pequeña fuente del patio, y tras despedirnos del Maestro Satoshi Uechi nos dirigimos a probar el típico “Soba” caliente de Okinawa en un restaurante tradicional.



El día transcurre entre visitas turísticas, numerosas anécdotas y, por la noche, el “descanso del guerrero”.

Okinawa, 2 de agosto de 2007, Naha y Shuri-jo.

El día de hoy se iniciaría con algunos miembros del grupo entrenando, de forma libre, en la playa a las 07:00 horas aproximadamente.

Después de la práctica de Sanchin y Kata un relajante baño en el mar y, posteriormente el desayuno, visita a la ciudad de Naha y al Castillo de Shuri.

Ya por la noche, el Maestro había reservado completamente un restaurante típico de Okinawa y, tras la cena acompañada de “awamori” mientras el dueño del local nos dedicaba con su instrumento Sansen “canciones para beber”, la fiesta continuaría con improvisadas demostraciones de Kata, ante la atenta mirada del personal de servicio.






Al día siguiente partiríamos de nuevo hacia la isla central de Japón, nos quedaría volver a Osaka y recorrer a pie, en metro, tren bala y dos barcos, numerosos castillos, templos, museos y monumentos de Wakayama, Iga, Koyasan, Iseshima, Toba, Nara, Kyoto, Tokio y Nagoya pero, para los practicantes de Karate del grupo, Okinawa tendría un lugar privilegiado en el corazón."


Hasta pronto.