En pocos días habrá finalizado el mes de agosto y el Dojo volverá a su rutina habitual, la distensión y relajación del verano han quedado atrás.
En Medicina China se habla de una quinta estación, el Verano Tardío, que se encuentra entre el final del Verano y el principio del Otoño, y que corresponde al elemento Tierra. Según la sabiduría china, este elemento se encuentra situado en el centro de todos los demás que se nutren de su energía. El calor del Verano va dejando paso a un período que se caracteriza por la Humedad, y que puede afectar a los órganos encargados de la transformación y transporte de nutrientes si no se cuidan los diferentes hábitos higiénicos, entre los que destacaría la correcta alimentación.
De la Tierra obtendremos, durante el año, alimentos y nutrientes pero, para que la cosecha sea fructífera, antes tendremos que haber sembrado y cuidado los campos. Sin una buena base, no hay edifico que se sustente. “No se puede disparar un cañón desde una canoa”, se repetía hace años en un seminario, sobre fisiología y biomecánica aplicada al Karate, donde pude participar.
Por la necesidad de construir sobre una buena base, dedico desde hace años el mes de septiembre a poner en marcha el cuerpo después del período vacacional. Aunque no dejo totalmente el entrenamiento en ningún momento, sí es cierto que las altas temperaturas y las vacaciones laborales invitan a practicar de otro modo.
Así, y retomadas las clases formales en el Shibu Dojo, durante este mes se hará especial hincapié en la preparación y acondicionamiento físico, y todas las clases de la primera quincena estarán precedidas por diferentes sesiones de carrera continua en el parque.
Queda todo un año plagado de entrenamientos y actividades, incluido el Gassyuku en Japón, y es momento de sembrar y acumular energías, como en la fábula de la cigarra y la hormiga.